The eighth sense trae una nueva perspectiva y drama entre una ola de k-bls que sigue la misma fórmula, los directores nos adentraron a personajes humanos, por un lado tenemos a Jaewon, recién salido de su servicio militar y un chico que lleva una máscara día con día, por el otro lado tenemos a Jihyun, un novato universitario tratando de encajar en un mundo diferente. En condiciones normales sería difícil ver tener química entre dos individuos totalmente diferentes, pero la química entre los actores y la forma en que se desarrolla su relación no da más para pensar que estos dos chicos fueron más que destinados a encontrarse.

Si bien, tenemos detalles que pudieran costar la excelente cinematografía e historia de la serie: inconsistencia en la edición, escenas abruptas, diálogos un poco innecesarios, al final del día creo que para ser el primer trabajo de los directores estos detalles no lograron opacar complementamente mi adición hacia esta serie.

Jisub y Juntaek definitivamente pusieron su todo en las actuaciones, sin su química y sus presentaciones no hubiera podido despegar tan fácilmente, especialmente por Jisub, Jaewon es un personaje complicado, lleno de espinas y diferentes caras a lo largo de la serie, su actuación simplemente fue fenomenal. Y Juntaek, me sorprendió muchísimo saber que era su primera vez, simplemente tiene mucho futuro, no creo que alguien hubiera podido interpretar mejor a Jihyun.

Creo que hubo algo humano dentro de esta serie que hizo que mi rating fuera alto, amo tener historias lgbtq que se salen del status quo y nos meten en una experiencia de tratar de entender estos personajes más allá de una relación, pero más bien como individuos.

Amaría una segunda temporada para explorar en este caso la relación entre Jisub y Jaewon, pero de igual manera considero que el final fue satisfactorio.