Echando de menos Jeju
Hago esta crítica en español porque es el idioma en el que he visto este drama,
Para empezar, una breve referencia a las sutilezas del título en inglés (our blues), con todas las posibles traaducciones de ese azul (mar, tristeza, profundidad...) y la reducción a que Netflix ha sometido su título en español, llamándolo "nuestro horizonte azul", que, por supuesto, no refleja ningún estado de ánimo y parece como si solo se refirier a un paisaje.
En segundo lugar, me parece que existen algunas limitaciones del guión, que podría haberse decantado por soluciones menos conservadoras en temas tan trascendentales como el aborto, el bulling o la discriminación social frente a la depresión o la discapacidad. Pese a ello, no criticaré las opciones que finalmente ha escogido el autor del guión, porque en definitiva es su elección, y con todo, el argumento funciona bien en líneas generales.
Es de destacar que, pese a que el guión introduce personajes que podrían arrancar la lágrima fácil del espectador (el síndrome de down, la credulidad de la infancia, la vulnerabilidad de la vejez frente a la muerte inminente...), los personajes dibujados en cada uno de los tres casos y los actores que los interpretan se elevan por encima de cualquier cliché y ofrecen un resultado memorable.
La interpretación es excelente, y nos da la posibilidad de apreciar en todo su esplendor a los siempre geniales Lee Byung Hun,
Cha Seung Won, Lee Jung Eun, Han Ji Min, más las dos veteranas Kim Hye Ja y Go Doo Shim, y los "rescatados" de lujo
Kim Woo Bin (quien hace un regreso espectacular tras su paréntesis por enfermedad y nos muestra su gran talento) y
Uhm Jung Hwa (que ilumina como siempre la pantalla), así como los otras-veces-secundarios-pero-afortunadamente-personajes-principales-de-este-drama Choi Young Joon y Park Ji Hwan, perfectos en su relación simbiótica de afecto/odio. Todo ello incluyendo algunos otros personajes principales, secundarios e invitados que lo dan todo en esta historia coral.
Porque en definitiva, eso es este drama, una historia coral, compuesta por diversas historias particulares entrelazadas a través del vínculo de cada personaje con Jeju, cada una de las cuales podría dar para un drama en sí mismo, pero que, todas juntas, dan como resultado una insuperable historia de retazos de via (o slices of life, como se denomina en inglés este tipo de historias). Porque Jeju es otro personaje más de esta historia, y el que interconecta a todos los demás personajes.
La música contiene excelentes nuevas composiciones interpretadas por cantantes punteros del panorama koreano actual (Heize, Jimin, Ha Sung-woon, Davichi, Melomance, Punch...), entrelazadas con algunas canciones internacionales (entre ellas, dos versiones del Quando quando quando, la original de Toni Renis en italiano y la versión jazz de Moon en inglés), que confieren a las historias que se cuentan un cierto aire atemporal y atractivo para el público internacional.
Y la fotografía merece mención a parte, la que nos muestra los paisajes de la isla de Jeju, por el día y por la noche, y la que tiene lugar en el agua, siguiendo a las buceadoras haenyeo.
En conclusión, una obra maestra a no perderse.
Para empezar, una breve referencia a las sutilezas del título en inglés (our blues), con todas las posibles traaducciones de ese azul (mar, tristeza, profundidad...) y la reducción a que Netflix ha sometido su título en español, llamándolo "nuestro horizonte azul", que, por supuesto, no refleja ningún estado de ánimo y parece como si solo se refirier a un paisaje.
En segundo lugar, me parece que existen algunas limitaciones del guión, que podría haberse decantado por soluciones menos conservadoras en temas tan trascendentales como el aborto, el bulling o la discriminación social frente a la depresión o la discapacidad. Pese a ello, no criticaré las opciones que finalmente ha escogido el autor del guión, porque en definitiva es su elección, y con todo, el argumento funciona bien en líneas generales.
Es de destacar que, pese a que el guión introduce personajes que podrían arrancar la lágrima fácil del espectador (el síndrome de down, la credulidad de la infancia, la vulnerabilidad de la vejez frente a la muerte inminente...), los personajes dibujados en cada uno de los tres casos y los actores que los interpretan se elevan por encima de cualquier cliché y ofrecen un resultado memorable.
La interpretación es excelente, y nos da la posibilidad de apreciar en todo su esplendor a los siempre geniales Lee Byung Hun,
Cha Seung Won, Lee Jung Eun, Han Ji Min, más las dos veteranas Kim Hye Ja y Go Doo Shim, y los "rescatados" de lujo
Kim Woo Bin (quien hace un regreso espectacular tras su paréntesis por enfermedad y nos muestra su gran talento) y
Uhm Jung Hwa (que ilumina como siempre la pantalla), así como los otras-veces-secundarios-pero-afortunadamente-personajes-principales-de-este-drama Choi Young Joon y Park Ji Hwan, perfectos en su relación simbiótica de afecto/odio. Todo ello incluyendo algunos otros personajes principales, secundarios e invitados que lo dan todo en esta historia coral.
Porque en definitiva, eso es este drama, una historia coral, compuesta por diversas historias particulares entrelazadas a través del vínculo de cada personaje con Jeju, cada una de las cuales podría dar para un drama en sí mismo, pero que, todas juntas, dan como resultado una insuperable historia de retazos de via (o slices of life, como se denomina en inglés este tipo de historias). Porque Jeju es otro personaje más de esta historia, y el que interconecta a todos los demás personajes.
La música contiene excelentes nuevas composiciones interpretadas por cantantes punteros del panorama koreano actual (Heize, Jimin, Ha Sung-woon, Davichi, Melomance, Punch...), entrelazadas con algunas canciones internacionales (entre ellas, dos versiones del Quando quando quando, la original de Toni Renis en italiano y la versión jazz de Moon en inglés), que confieren a las historias que se cuentan un cierto aire atemporal y atractivo para el público internacional.
Y la fotografía merece mención a parte, la que nos muestra los paisajes de la isla de Jeju, por el día y por la noche, y la que tiene lugar en el agua, siguiendo a las buceadoras haenyeo.
En conclusión, una obra maestra a no perderse.
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