No me malentendáis. Quiero empezar diciendo que esta serie no es una mala producción como tal. Ha tenido mucho éxito, y puedo entender perfectamente el motivo.
Por un lado, es una historia entretenida y con humor, con la que poco a poco te vas familiarizando con los personajes y queriendo saber más de ellos. Tampoco es un mal concepto o una mala idea. Además, por otro lado, para los que nos gustan los amores que se van cociendo a fuego lento esta historia tiene un gran punto a favor. Pues, a diferencia de como pasa en otros BL, los protagonistas no se enamoran por completo en el capítulo 2 o 3, si no que se van conociendo y se van haciendo amigos. Las actuaciones sin ser excelentes, son buenas, también raro en los BL. Bien, hasta ahí todo bien.
Lo malo viene en pequeñas dosis, y, al menos en mi caso, al principio me hizo sentir un poco incómoda, pero no pensé que fuera a más. Pequeño aviso: sí va a más. Uno de los protagonistas básicamente abusa del otro, es dominante en un sentido que toca lo abusivo, controlador y posesivo. Esto no tendría por que ser malo como tal, si el guión y la producción reflejaran lo pernocivo de un comportamiento así, pero no lo hace; sino que lo romantiza. Hace parecer que el comportamiento de este personajes sea adorable, entrañable y romántico, una prueba de su profundo amor, cuando lo único que es es tóxico y desagradable, y no indica más que una obsesión enfermiza, no amor. Tampoco voy a entrar en el profundo machismo arraigado que hay en esta serie, porque apesta, los personajes femeninos son maniquís y estereotipos.
Por estos motivos, especialmente por el primero, creo que es bueno que la serie haya sido baneada, y la verdad es que, sintiéndolo mucho por los fans, me alegro. Probablemente el baneo también fue porque refleja comportamientos tóxicos, y no solo por tener contenido homosexual. Me estaba gustando, pero llegó un punto que fue imperdonable y la dejé a pocos capítulos de terminarla.